Perdona que te llame


Perdona que te llame, se que prometí no volverlo a hacer, pero es que necesitaba oir tu voz una vez más, porque no logro apagar este fuego que me está quemando por dentro.
No te pido volver, pero tampoco soporto el dolor de tu adios, sólo me queda la compañía de mi viejo perro, y el sabor de este amargo cigarro.
Escucho los antiguos discos de vinilo y sueño; sueño con que vuelves a arroparme cada noche, a hacerme el nudo de mi corbata favorita y a alimentarme con tu maravillosa sonrisa
Perdona que te llame, se que prometí no volverlo a hacer, pero es que necesitaba sentirte cerca de nuevo para apagar mi llama definitivamente, por siempre.
Y es que eres lo mejor que me ha pasado, me has inspirado tanto durante estos años, que siento que ahora estoy bloqueado, sin capacidad de reacción, sin vida, inerte.
Perdona que te llame...

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