La tempestad


Dicen que tras la tempestad
siempre llega la calma.
Temo que cuando ésta llegue
no sepa verla o valorarla en su justa medida.

Tantos días de zozobra han hecho demasiado mella,
y la ilusión se esfuma con el baile de las olas.
El viejo lobo de mar ordena plegar velas
y entregar todo lo que posee a la fría sombra del destino.

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