Faro para la esperanza


Perdido por los acantilados navegué
sufriendo los golpes de las olas del desencanto.
Todo resquicio de esperanza se desvanecía con el paso de los días
hasta que de pronto pude ver su luz a lo lejos.
Una luz blanca e intensa, con un brillo extraordinario,
la cual confío que pueda guiarme a la ansiada tierra firme,
donde poder caminar de nuevo, volver a creer, volver a sentir, volver a amar…

1 comentario:

  1. Navega sin miedo....tu eres el que manejas tu barco, tu rumbo....no dejes de ver la luz seguro que te guiará.
    Un beso

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